domingo, 8 de noviembre de 2009

NUEVAS NOTICIAS SOBRE EL TEMA DE INVESTIGACIÓN

En la anterior entrega de este diario de pensamiento, como alguno de los que haría el dramaturgo Bertolt Brecht, pensaba en la realización del trabajo de investigación del Master sobre la Academia Libre de Julio Moisés. Ahora no sé si este tema tendrá que esperar, puesto que la comunicación personal con mi profesora me ha esclarecido que el asunto del que iba a tratar por el contrario me lo otorgarán ellos y no es de mi elección. Mi temor y desorientación en estos momentos es enorme ya que a estas alturas aún no sé sobre lo que voy a estudiar. He estado leyendo diversos textos acerca del Método científico de la historia que no me han llevado a ningún buen puerto, sólo me han ayudado a corroborar el estado de ambigüedad en el que se encuentra la actividad del historiador. Si por un lado el atenerse a las pruebas documentales, sobre todo primarias, es el camino hacia el éxito en la búsqueda de la verdad de la historia, por otro está la interpretación, auspiciada por el presente, que cada uno de nosotros desee darle.

Esto me recuerda a mis lecturas de "La Máquina de Follar" de Charles Bukowski. Por descabellado que parezca este alcohólico irremediable me ha dado las claves para entender la veracidad de la historia. En su libro existe un grado autobiográfico de las situaciones que narra creo que elevado. Cuando leo sus experiencias con las mujeres, el whisky, el trabajo, etc, me doy cuenta de que todo y nada puede ser cierto. Si leemos su biografía estaremos muy cerca de pensar que lo relatado es del todo verdadero, pero por otro lado esas vivencias diarias son del todo ficcionadas. Lo cierto es que estamos ante dos tipos de escritos muy distintos, el trabajo de investigación debe regirse por un método empírico y los relatos de Bukowsky no. Pero en ambos podemos toparnos con la verdad o con la mentira. En ambos el autor escribe conforme a la situación de su presente y en ambos la memoria siempre falla. La memoria no es perfecta, la memoria se pierde también en los restos documentales. Cuando creemos que hemos hecho el hallazgo de nuestras vidas en cuanto fuentes documentales primarias, nos damos cuenta de que el autor de tal escrito que ponemos como cierto quería dar una visión de los hechos muy desvirtuada de lo que realmente ocurrió, o que por otro lado, se perdió en los fallos de la memoria. Esto a "Funes el Memorioso", aquel personaje atormentado de Jorge Luis Borges nunca le hubiera ocurrido...

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