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Burrell Collection
Glasgow (Escocia)
Carácter permanente
El
magnate escocés del transporte William Burrell atesora una colección
increíble de objetos de todo tipo. Desde armamento militar, hasta el
cabecero de la cama de Enrique VIII. Todas estas piezas son de marcado
interés, pero lo que realmente despunta dentro de su colección privada
son 37 pinturas de artistas impresionistas franceses que hasta ahora
nunca habían sido expuestas. A través de una muestra organizada por la
institución que lleva su nombre, (la Burrell Collection de Glasgow), se
van a presentar piezas de Degas o Manet, además de Renoir, Eugène
Boudin, Gaughin o Vuillard. Lo más atrayente de esta exposición consiste
en rescatar de los fondos de esta institución privada, todo un
conjunto de obras de arte que no hn sido nunca mostrado. Entre los temas
de las pinturas están las típicas bailarinas por las que se distinguía
el arte de Degas, algunos pasteles de Manet, y una pieza maestra: 'Café
en la Plaza del Teatro Francés', también de Manet. La fortuna de los
Burrell proviene de un negocio familiar de mercancías. William, el
tercero de nueve hermanos, comenzó su colección muy pronto donándola a la
ciudad de Glasgow en 1944.
Colección de arte futurista Eric Estorick
Londres. Carácter permanente
Quemar los museos, glorificar la guerra, o higienizar el mundo son
algunos de los principios que movían a los futuristas italianos.
Liderados por Marinetti y encuadrados en el fascismo de Mussolini,
hicieron de su teoría una práctica. Artistas como Umberto Boccioni,
Mario Sironi o el arquitecto futurista Sant´Elia se alistaron a filas en
la Primera Guerra Mundial. El último de éstos cayó en combate. Antes
habían realizado obras como 'La rebelión' de 1913 o 'Las fuerzas de una
calle' de 1912. Pinturas de corte expresionista cargadas de gran
dinamismo, en las que se exaltaba la velocidad de un caballo o la
potencia de una máquina (Boccioni moriría también poco tiempo después,
precisamente como consecuencia de un accidente de equitación).
Se sabe que los futuristas estuvieron poco tiempo en combate, pero
suficiente para que algunos de ellos se retractaran de sus radicales
ideas. Todo lo contrario que el 'pope' del movimiento, Marinetti, que
tras estar en el frente escribiría un texto titulado 'El orgullo
italiano'. En éste afirmaba que la guerra era innata al "genio creativo
italiano". Así se desarrolló este movimiento que junto al Dadaísmo dejó
una profunda huella en el arte contemporáneo. En Inglaterra existe un
museo en donde se expone una de las mejores colecciones de arte
futurista del mundo y que pocos conocen, se trata de la Estorick
Collection of Modern Italian Art, situada en Londres. Una institución
que lleva el nombre de Eric Estorick, sociólogo y escritor americano,
coleccionista de este tipo de arte.
Pissarro
Museo Thyssen Bornemisza. Madrid
Hasta el 15 de septiembre
Último mes para disfrutar de la obra del impresionista Pissarro, un
artista cuya pintura contiene las bases de un movimiento que revolucionó
el mundo del arte. Su paleta, presente en el Museo Thyssen Bornemisza
de Madrid hasta el 15 de septiembre, es fruto de una transformación de
la mirada. Desde finales del XIX, fruto de las investigaciones sobre la
visión humana y de sus interacciones con el color, los artistas
comenzaron a representar paisajes (tanto campestres, como urbanos), de
forma radicalmente distinta a como se había hecho en el Neoclasicismo.
Pissarro se movió entre el llamado Impresionismo y el
Post-Impresionismo, movimientos que abrieron un amplio campo para la
experimentación, en el que la pintura comenzó a abandonar la imitación
fidedigna de la realidad, para entrar en el campo de la abstracción a
partir del uso del color. Las obras de la primera etapa de Pissarro
aportan detalles de un paisajismo rural, con imágenes tamizadas por los
efectos de la luz sobre el entorno y las cosas. En 1885, este pintor
nacido en St.Thomas (Antillas danesas) entró en contacto con el
puntillista Seurat, y fue el primer impresionista del grupo que, durante
un tiempo, abandonó su estilo para crear obras bajo la técnica
‘divisionista’ o puntillista. Su experimentalismo le marcó siempre como
un hombre abierto, conciliador, y maestro de otros maestros como Cézanne
o Gauguin.