miércoles, 18 de febrero de 2009

LA SUBIDA AL MONTE VENTOUX

La carta de Petrarca de la Subida al Monte Ventoux no es más que una excusa poética y metafórica para reflejar la supremacía de una vida espiritual por encima de otra mundana y superflua. El hecho de si fue real que el poeta ascendió o no, creo que es anecdótico. Sin embargo y aunque no sea algo fundamental, al examinar las descripciones que aporta el escritor sobre el Monte Ventoux vemos que estas son más bien escasas y poco claras. En un fragmento de la carta, el poeta afirma acerca de esta montaña que es “una mole empinada, rocosa y casi inaccesible”. Aparte de esto y de algún pequeño dato más, Petrarca no menciona el color o el tipo de roca del que está constituido el monte, por poner un ejemplo. Lo más seguro es que las situaciones que describe durante el ascenso, le hubieran llegado a sus oídos de la mano de algunos pastores o lugareños, que por razones de necesidad, sí se hubieran aventurado a la subida. Por otro lado la práctica del montañismo atiende más bien a una concepción moderna, en la Italia de mitad del siglo XIV no se realizaba este tipo de prácticas por mero placer hedonista. Además la forma poética y metafórica en que está escrito el texto también refuerza esta idea.

El hecho de elegir un camino u otro para acometer la subida se plantea a veces de forma contradictoria. Por un lado se puede pensar que el camino más rápido es el empinado, el que acomete la montaña atravesándola. Ese es el del placer y los sentidos, no el espiritual. Sin embargo hay caminos que son llanos y más rectos que el primero y que están plagados de obstáculos materiales. La conclusión es que quizás no importa la forma de ascender sino que Petrarca se atreve a subir hasta la cima. El hombre se aventura a posicionarse desde donde antes sólo miraba Dios y quizás le desafíe controlando lo que tiene debajo y a su alrededor sintiéndose el centro del mundo. Esto se podría relacionar con la construcción años más tarde de la cúpula de la Catedral de Florencia, la más alta realizada hasta el momento que venía a situar al hombre, y concretamente al hombre florentino, como centro del mundo y la cultura. Además Petrarca se arrepiente de su vida licenciosa anterior pero reconoce seguir amando aquello que no desea amar y que le aleja de Dios. El poeta encuentra dividida su mente entre lo sensorial y lo espiritual, sin poder separarlas y sacarlas una de la otra. En el fondo nos deja claro que el camino hacia la Virtud es el del culto al espíritu y no el del cuerpo. Esto lo dice en la siguiente frase: ¡Oh con cuanto empeño debemos esforzarnos, no en alcanzar un lugar más elevado en la tierra, sino en domeñar nuestros apetitos, incitados por impulsos terrenales!

En cuanto a la contemplación del paisaje podríamos quedarnos con una idea de Zumthor, de su libro La Medida del Mundo, en la que dice que “el espacio es generador de mitos”. En el caso de la carta de Petrarca se cumple lo que afrima Zumthor que “toda apropiación de espacio incluye un aspecto irracional y fantasioso”. Esto lo practicamos todas las veces que vamos a un museo, único lugar a veces, donde podemos tener una percepción de la naturaleza del mundo. En ese espacio lleno de paisajes, unos urbanos, otros rurales, unos figurativos y otros abstractos, la contemplación del espacio es únicamente posible a partir de la interiorización narrativa mental realizada gracias a la imaginación.

miércoles, 11 de febrero de 2009

CUANDO LAS IMÁGENES TOMAN POSICIÓN

El libro Cuando las imágenes toman posición, de Georges Didi-Huberman se centra en la figura del dramaturgo alemán Bertolt Brecht. A partir de su obra, Huberman nos presenta diversos temas sobre los que se mantienen debates en la actualidad. Cuestiones sobre arte, política, sobre la guerra y el exilio que hoy se analizan entre los intelectuales y que tratan de arrojar algo de luz al polifacético campo del arte que se nos presenta.


Brecht participó en la Primera Guerra Mundial. Trabajó como médico durante el conflicto y ya en la Segunda Guerra Mundial se dedicó a analizar la guerra desde el exilio. El dramaturgo tomó posición como dice Huberman, practicó un análisis crítico del conflicto desde la distancia. Esa distancia que para él venía muchas veces dada por su figura de exiliado y extranjero. En reiteradas ocasiones afirmaba en su Diario de Trabajo la dificultad de hablar o escribir sobre la guerra y de lo absurdo que podía llegar a ser el conflicto. Era algo muy parecido a lo que le confesaba el pintor Max Beckmann a su esposa Minna Tube, durante su participación como médico durante la Primera Guerra Mundial. Beckmann le hablaba de la absurdidad de lo que contemplaba a su alrededor. Las cartas que escribió el pintor fueron realizadas bajo un punto de vista más bien artístico. La crudeza de las situaciones que vivió, fueron en cierta manera soterradas, a mi parecer con la intención de no alarmar a su mujer que estaba lejos del frente. Beckmann, aunque describía algunas veces un panorama desalentador poblado de casas derruidas y algunas tumbas de soldados, nunca perdía la esperanza de que la situación en Europa cambiara. Incluso recordaba con algo de humor las dos ocasiones en que fue hecho prisionero. La primera de estas ocasiones le retuvieron porque pensaban que era un espía. Beckmann describe este momento atribuyéndole "cierto encanto", lo que nos demuestra la positividad del pintor.

El tema de la distancia en Brecht se refiere también a la ruptura. En la poesía épica se halla el origen, según el alemán, de esta discontinuidad del montaje. Así las fábulas antiguas presentan digresiones constantes que avanzan y retoman la línea argumental de una historia. Esta idea se puede trasladar hasta la edad contemporánea y se puede afirmar que nació a partir de la Primera Guerra Mundial. En los fotomontajes de Hanna Hoch o Raoul Hausmann, donde se muestran diversos recortes, diversas rupturas de un montaje lineal, aparece reflejado el sentido de este anacronismo disruptivo que al concatenarse en las ideas que refiere trata de buscar una verdad. En el momento en que fueron realizados, trataban de criticar el desorden de un mundo dominado por un poder que deseaba practicar lo contrario. A los gobernantes les interesa que el devenir se pare y se congele, que esta unión de ideas no se presente y no sea resuelta. En los fotomontajes como en el teatro pensado por Brecht, se trataba de presentar distintas heterogeneidades pero confrontadas. Hausmann hablaba de esto en sus escritos aludiendo a una dialéctica de las formas.

TEXTO DE PRESENTACIÓN

Aurelia no es más que un sueño hedonista y agradable. Lo que nunca podríamos decir de su lectura, de la lectura de este relato, que puede convertirse en el goce lejano de la contemplación del horror. Eso que Burke denominaba como lo sublime y que nosotros veremos desde la misma óptica. Desde lejos, en tu casa, lejos del creador de este blog podrás sentir el confort de observar la belleza, buena o mala (fea) que ilustra a ese otro creador que eres tú. El único ser capaz de llegar al superhombre, el que por fin contempló Zaratustra. Me he transfigurado en ese protagonista para recordarte el camino. También Demócrito y los sofistas hicieron caso a ese amor, al que entra por los ojos (como estas letras), aquel que te hará sumirte en un hechizo de sueños y de realidades y perderte en este mundo de estupor.